lunes, 13 de julio de 2009

Final

El último día:

Nos levantamos temprano, acostumbrados ya al trajín de los días anteriores, porque además queríamos llegar con tiempo de sobra al momento culminante de la peregrinación, la Misa del Peregrino, programada para las 12 del mediodía del domingo.

Habíamos peregrinado gracias a las oraciones de muchos de nuestros amigos y parientes cercanos, de quienes llevábamos intenciones especiales y específicas que queríamos poner en manos de la Virgen, en la Catedral de Compostela. Para ello estuvimos allí a las 11 AM, cuando sorprendentemente vimos que la iglesia enorme estaba casi llena. Nos costó conseguir puestos, pero pronto estuvimos sentados en compañía de Pepe.

Antes de los Ritos Iniciales se leen los nombres de los grupos de peregrinos arribados el día anterior. Luego se lee su procedencia. La emoción fue indescriptible cuando dijeron "...un grupo de ciclismo del Club Mammoth de Madrid...", pero mayor aún cuando se escuchó "...2 peregrinos de Ecuador..."

Entretanto nosotros hicimos una oración privada en la que colocamos a los pies de Jesús todas las intenciones que llevábamos. Posteriormente y enseguida de la Comunión nos fuimos a la capilla de la virgen, situada en el ala izquierda de la Catedral. Allí depositamos de nuevo estos pedidos y ofrecimientos a sus pies, tiempo en el que oramos en paz y en silencio, aunque unos metros más afuera cundía la emoción y algarabía, pues el famoso "botafumeiro" estaba siendo lanzado en su péndulo.

Regresamos al hotel para el retorno a Madrid, viaje que ocurrió sin contratiempos, pero esta vez en un ambiente diferente, pues los otros ya no eran desconocidos, el Camino les había convertido en nuestros hermanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario