jueves, 5 de noviembre de 2009

Por los caminos de Galicia

http://www.youtube.com/watch?v=pHu2SlRUwH4

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Entrada a Santiago:

http://www.youtube.com/watch?v=W66vE9PtabQ

Videos, Videos, Videos!!!!

Por fin! Me he puesto a trabajar y "achicar" un poco los videos de Tomás y míos. Aquí están:

Rumbo a Mostelares:

http://www.youtube.com/watch?v=fMKD_7rIjLk

lunes, 13 de julio de 2009

Final

El último día:

Nos levantamos temprano, acostumbrados ya al trajín de los días anteriores, porque además queríamos llegar con tiempo de sobra al momento culminante de la peregrinación, la Misa del Peregrino, programada para las 12 del mediodía del domingo.

Habíamos peregrinado gracias a las oraciones de muchos de nuestros amigos y parientes cercanos, de quienes llevábamos intenciones especiales y específicas que queríamos poner en manos de la Virgen, en la Catedral de Compostela. Para ello estuvimos allí a las 11 AM, cuando sorprendentemente vimos que la iglesia enorme estaba casi llena. Nos costó conseguir puestos, pero pronto estuvimos sentados en compañía de Pepe.

Antes de los Ritos Iniciales se leen los nombres de los grupos de peregrinos arribados el día anterior. Luego se lee su procedencia. La emoción fue indescriptible cuando dijeron "...un grupo de ciclismo del Club Mammoth de Madrid...", pero mayor aún cuando se escuchó "...2 peregrinos de Ecuador..."

Entretanto nosotros hicimos una oración privada en la que colocamos a los pies de Jesús todas las intenciones que llevábamos. Posteriormente y enseguida de la Comunión nos fuimos a la capilla de la virgen, situada en el ala izquierda de la Catedral. Allí depositamos de nuevo estos pedidos y ofrecimientos a sus pies, tiempo en el que oramos en paz y en silencio, aunque unos metros más afuera cundía la emoción y algarabía, pues el famoso "botafumeiro" estaba siendo lanzado en su péndulo.

Regresamos al hotel para el retorno a Madrid, viaje que ocurrió sin contratiempos, pero esta vez en un ambiente diferente, pues los otros ya no eran desconocidos, el Camino les había convertido en nuestros hermanos.

lunes, 22 de junio de 2009

Fotos Tomas 10ma. Etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa10#

Con la Compostela bajo el brazo...

... y una nueva perspectiva de la vida por delante.

Melide – Santiago

Es increíble cómo es el cuerpo humano: Basta una motivación suficientemente fuerte para que lleve a cabo acciones extraordinarias. Las caras de cansancio y ojeras en el desayuno en Melide auguraban un día duro. Para colmo la altimetría de la etapa mostraba un perfil “rompepiernas”, con subidas duras y bajadas muy cortas como para reponerse. La ruta además era de sendero casi en su totalidad y con el peligro de que “en la puerta del horno se queme el pan”, como le sucedió a un integrante de un grupo de ciclistas, los “Biciosos”, con quienes nos habíamos visto varias veces a lo largo del Camino.

Pero nada más salir por los increíbles paisajes gallegos, percibir sus olores y escuchar los sonidos del campo, y todos los dolores se fueron. El ambiente del grupo no podía ser mejor. Cada “adelante” de Tomás antes de las cuestas, proclamado en la más clara tradición pirata, era causa de alegría. Eso de ir de menos a más que nos recomendaron al comienzo, se hizo visible enseguida. El encuentro con otros peregrinos, tanto de a pie como en bici, esta vez era más cálido. Ya no escuchábamos solo un frío “buen camino” de respuesta al nuestro, sino algún otro comentario adicional, como “ya mismo llegamos”.

La etapa es larga de todas formas, con 51km que permiten una ganancia vertical de casi 900 mts. Aproximadamente en el km 28 paramos en un pequeño bar a descansar. Aunque solo uno se aventuró por una cerveza, los cantos regionales de Tomás nos proporcionaron el factor de risa que hacía falta para que caigamos en cuenta de lo que se nos venía por delante, la culminación de un peregrinaje que para algunos fue un plan, para otros un sueño, y para todos una experiencia de vida nunca antes imaginada.

De allí todavía teníamos la subida al Monte del Gozo, cuya cima está situada a apenas 3 km de la Plaza de Obradoiro y la Catedral de Santiago, pero que es el último obstáculo que anuncia que esto no es un paseo de Domingo ni un viaje turístico. Son 5 km muy duros, más aún considerando que para entonces ya teníamos más de 750 km en las piernas. Personalmente decidí subir a todo lo que podía, total ya no quedaba más al día siguiente. Me recibieron la vista de Santiago desde el tope, un grupo de turistas que danzaba alegremente algún baile regional y la “flecha de plata”, la furgoneta de Mammoth y Rubén con el avituallamiento preparado; ésta última una vista que durante la semana siempre fue de alivio pues se sabía que nos esperaba una muy buena comida, cuentos y risas.

No puedo expresar bien lo que sentí ese rato, una mezcla de satisfacción por ir alcanzando metas, pero de tristeza por saber que esto, como todas las cosas buenas en la vida, se acababa y ahora correspondía ir a poner en práctica todo lo aprendido con cansancio y sudor. También unas ganas de decir “qué bien se está aquí”, tratando de prolongar lo improlongable.

Poco a poco fueron llegando los otros. Paty llegó segunda y muy cerca el grupo. Este también fue un momento de satisfacción pues fui testigo de lo que le costó a ella esta peregrinación. Apenas la noche anterior parecía que no lo lograría. Ahora ya todo era fiesta.

Pero quedaba la mejor parte, la entrada a Santiago. Inicialmente se da por calles traficadas lo que siempre es algo tensionante, pero pronto se entra al casco histórico y la experiencia es indesciptible. Cientos de turistas a los que da ganas de contarles que ahora nosotros ya somos parte de esta plaza, de este pueblo, de esta catedral, de esta España que nos abrió sus brazos. El Camino sigue una ruta especial, que culmina con una larga escalinata a través de un arco en el lado de la Catedral, que desemboca directamente en la plaza, junto al Parador. Como correspondía a la muchas veces repetida frase de “si va a sacar a pasear su bici, mejor cómprese un perrito”, Tomás y yo bajamos las escalinatas en bici, arriesgando una llamada de atención de algún guardia civil.

El abrazo en el medio de la plaza es indescriptible. Lágrimas a granel, gracias sentidos, pero sobre todo la satisfacción de haber logrado un fin que costó mucho. Quedaba únicamente el ritual tradicional que se debe cumplir en calidad de peregrino. Empieza por ingresar a la Catedral por la puerta principal hacia una figura del santo, en donde deben introducirse las manos por 2 agujeros para besar la figura de piedra, luego se dan 3 golpes con la cabeza en señal de arrepentimiento. Este paso ha sido eliminado desde hace un par de años por la desastrosa forma en la que está la talla de piedra y mármol luego de tantos siglos de cabezasos. A continuación se visita al Santísimo, pues “primero Dios y después el Santo”. Entonces viene el ritual de abrazar la figura de Santiago en el altar, dispuesta de forma tal que se accede por la parte posterior para no estorbar la actividades normales de la iglesia. Finalmente se visita la tumba, directamente por debajo del altar.

Salimos por el otro lado. Rubén se había quedado con las bicis. Sesión de fotos desde el punto secreto que solo Tomás conoce, que permite sacar como fondo a toda la Catedral. Los de Mammoth piensan en todo!

Por último se dirige uno a la Puerta del Peregrino, que permite el ingreso a la Oficina respectiva. En ella se debe acreditar mediante los carnets con los sellos respectivos, que uno ha hecho el peregrinaje, lo que le hace acreedor a la Compostela, documento escrito en latín que acredita en forma que uno ahora es peregrino, aunque la experiencia acredita en el fondo que desde ahora la vida ha tomado un giro distinto. Ya no somos los mismos que hace 10 días comenzamos el Camino de Santiago en Roncesvalles. Adicionalmente el capitán del equipo, Tomás, nos condecoró oficialmente imponiéndonos la Cruz de Santiago.

Por la noche tuvimos nuestra cena de despedida. El ambiente festivo estuvo acompañado de una suculenta y abundante cena, pero pronto el cansancio hizo presa de todos, menos por supuesto del “niño”, Rubén, que con su habitual alegría nos insistía en ir por un para de copas a un bar.

Hoy día nos queda la misa del peregrino, en la orgullosamente escucharemos mencionarse el nombre de Ecuador como lugar de origen de los peregrinos llegados ayer, como ya sucedió en la misa en Roncesvalles. Luego partimos hacia Madrid.

sábado, 20 de junio de 2009

Pensamiento de la mañana

Para llegar a Santiago tienes que tener una razón muy fuerte.  Si esto no sería una peregrinación, si sería simplemente un paseo turístico, una aventura de ciclismo, una combinación de fotografía y ciclismo, etc., hace muchos días que habríamos desistido de la empresa.

El Camino saca de ti fuerza y habilidades insospechadas.

Estamos TODOS hecho tierra, con muy pocas reservas para el día, pero dispuestos a entregar todo para llegar.

viernes, 19 de junio de 2009

Nuestra razón del peregrinaje

Queridos lectores:

Hace poco tiempo Paty escribió lo que transcribo abajo, que detalla nuestra razón para peregrinar:




¡No sé en qué momento  llegamos al absurdo de pensar que la vida nos pertenece!  Absurdo de pensar que podemos hacer y deshacer las cosas de acuerdo a nuestro capricho.  Ese absurdo endiosamiento desde donde trazamos planes que los damos por seguros, ponemos fechas inamovibles, nos hacemos dueños eternos de lugares...  Y cuando apostamos que todo se hace a nuestro ritmo y de acuerdo a nuestra única voluntad, nos despiertan las campanas en el camino.  Esas que nos recuerdan que no somos todopoderosos, que las coordenadas del tiempo y del espacio no nos pertenecen.  Nos recuerdan que nuestra libertad no consiste en ser DUEÑOS de la vida sino en responder a la Vida y sus propuestas.

Una de esas campanadas fue el infarto de mi marido. Estaba él en una edad interesante, la década de los treinta.  Era un momento de sacar adelante la familia, el deporte, el trabajo, la casa, etc... Todo un futuro que construir viviendo a plenitud el presente que se presentaba tal como uno lo había soñado.  De pronto un llamado: “Alto ahí” y mi marido se moría con un infarto.  Parecía que la vida se nos escapaba y no había cómo contenerla. El silencio profundo y la oración era la única realidad presente.

El tiempo y el espacio cambiaron.  Ya no estábamos en la casa sino en la sala de cuidados intensivos donde el tiempo se mide con las máquinas conectadas al cuerpo de uno, mientras el reloj parece que se ha quedado dormido.  El espacio se reducía a la cama estrecha y las visitas cortas.  Una vez en el cuarto el hospital, el tiempo parecía más prometedor y el espacio más acogedor.  Los pasillos del Hospital  Metropolitano eran largos y Jaime no los podía recorrer sin cansancio y sudor.  ¿Dónde estaba ese compañero de aventuras que en un mismo día era capaz de subir a la montaña a colocar una antena de radio aficionado y estar por la tarde navegando ya sea en el lago o en el mar o montando bicicleta con nuestro hijo?  Parecía que todo eso había quedado atrás.

“La vida no está en ser el más rico del cementerio” nos dijo un amigo en una de sus visitas.  Nosotros asentíamos sonriendo pero a la vez la pregunta quedaba presente: 
“¿En qué consiste la vida?”

Llego el médico que le iba a tratar a Jaime y su diagnóstico fue que mi marido no podía salir de casa a las siete de la mañana porque era muy frío para él, ni a las doce porque era muy caliente, ni ir a la calle 10 de Agosto porque era muy alto, ni podía navegar por el agua fría, tampoco el esfuerzo que requiere la bicicleta, ni.... Ni.... 

Con este diagnóstico las preguntas que venían a la mente y al corazón eran muchas:
¿En qué consiste la vida si no somos dueños ni del tiempo, ni del espacio? 
¿Cómo podemos llamar vida a una existencia limitada al punto de empezar a vivir la muerte en vida?

El sentido de pequeñez, de impotencia se vuelve un trago amargo de beber.  Y, sin embargo, una luz tenue empezó a nacer. Empezamos a balbucear una respuesta. Si bien es cierto que la Vida es la que nos presenta y/o dispone las coordenadas tiempo y espacio de maneras que no habíamos planificado ni soñado, a la vez, nada es oscuridad sino todo es una PROPUESTA.  Ahí está la libertad y el espacio a la creatividad.  Y si uno responde desde la verdad, la fe, la esperanza y el amor sabemos que frente a nosotros hay siempre un camino.

Cambiamos de médico y si bien las posibilidades se abrieron, el uso de medicamentos delicados dejaron pronto ver sus efectos colaterales. Entonces las palabras del Padre Marco V. Rueda se convirtieron en guía del camino: 

“Nadie puede beber la luz por ti.  
Nadie puede amar por ti. 
Y sentir la danza del dolor y de la muerte en lugar tuyo.  
La vida sólo la vives tú.  

Se nace y se muere, 
se ríe y se llora, 
se trabaja y se fecunda... 

Insustituiblemente, uno mismo!”

Este año, Jaime, decidió estudiar por sí mismo su caso.  Empezó a curarse por medio de la bicicleta de montaña, a hacer mediciones diarias de su corazón, tomar un entrenador y, por último, dejarse ayudar por una señora que le da una educación de integración mente, cuerpo y espíritu.  Los resultados se han dado a ver, el fin de semana del 16-17 mayo, cuando Jaime sintió que podía ponerse a prueba y participó en una de las carreras duras de bicicleta que se dan en el Ecuador: la carrera de Zuleta.  Una carrera de montaña de dos días.  No solo que terminó sino que le fue muy bien. El sábado le tomó el desgaste de 3.700 calorías en tres horas y media y algo similar el domingo.  Llegó agotado pero feliz.  

Como todo lo bueno, que es siempre sagrado, se da en un marco de belleza; tuvimos en esta prueba, además de la carrera, conjuntos de música folklórica, encuentro con amigos y una noche
estrellada que terminó en helada al amanecer.  Como sello del momento importante que estábamos viviendo, teníamos la grandiosidad del Cayambe, pues, a semejanza del camino, había momentos que se oculta en su manto de nubes, sin que por eso deje de existir y otras se dejaba ver en toda su gloria y majestad.

Todo un fin de semana de bendición y de un canto de alabanza a la Vida que cuando aceptamos Sus propuestas, nos hace grandes.

Invitación

Como un signo de acción de gracias, nos vamos a hacer el Camino de Santiago en bicicleta.  El sentido es hacer camino a la manera que nos dice el mismo P. Marco:

“El camino no es una gimnasia que practicas unas pocas veces.
El camino es para recorrerse.
Para vivirse.

El camino es tu vida
Tiene luces y sombras que le cortan

Y siempre la pregunta:
¿A dónde va el camino?”


Si a esta altura de mi vida me pregunto o me preguntan: “¿A dónde va el camino?”  La respuesta ya no es a donde yo quiera.  Hemos aprendido que debemos vivir el Camino que se nos presente. Aprender del Camino. Aceptar el Camino.  Hacer camino en el Camino. Responder a sus retos y demandas. Hacer uno mismo el camino, sin olvidar que junto a nosotros van los demás y nosotros junto a ellos.

Queridos hijos, familia personal y la familia de los /las catequistas del CENF,  amigos y amigas:  queremos ir llevando sus nombres (su vida), intenciones, oraciones y apoyo en este Camino de Santiago, que es una muestra de la Vida.  De este modo nosotros llegaremospor y con ustedes y ustedes llegarán por y con nosotros a ésta que es una de las invitaciones del Camino.

Fotos Tomas 9na. Etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa9#

Fotos Tomas 8va. Etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa8#

9na. Etapa

Barbadelo – Melide

Después de la barbaridad del Cebreiro, todos estábamos listos para una etapa suave de “apenas” 55 km.

Salimos de Barbadelo más tarde que lo habitual y enfilamos por el sendero del Camino, con subibajas muy agradables y la sombra de árboles todo el tiempo. Las vistas inolvidables y los pequeños caseríos marcaron la ruta, además de la eficiente y clara señalización del Camino en Galicia. Pronto llegamos al importante hito que marca los 100 km faltantes. Risas, fotos, más risas con los demás peregrinos presentes, alguno de los cuales habían llevado hasta champagne para la ocasión.

El sendero estaba difícil por las constantes subidas, considerando que tenemos más de 600 km en nuestras piernas. Zonas muy técnicas también, pero agradables porque siempre ofrecían vía de escape. Especialmente interesantes las subidas, como una por donde bajaba un riachuelo, todas cicleables. Un par de caídas sin consecuencias. Llegamos todos a Portomarín, a orillas de la represa formada por el río Miño. Esto obligó a trasladar la iglesia, piedra por piedra, razón por la cual cada una de ellas tiene un número estampado. El lugar también es la sede de la planta de Ancano, productor de la tarta gallega de almendras, delicia que aprovechamos en probar sentados frente a la iglesia.

El resto del día fue muy duro. Al final ganamos casi 1000 mts de distancia vertical en un día que pretendíamos “descansar”. Todas estas cosas le recuerdan a uno que no está en un paquete turístico de agencia organizada, sino en un peregrinaje.

En un punto determinado Pepe y Roberto optaron por adelantarse por la carretera. El resto seguimos por el sendero técnico con Tomás, y luego de una agradable y helada cerveza en Palas do Rey continuamos los 15 km restantes hasta Melide. La decisión nos premió con otras increíbles vistas gallegas.

Arribamos bastante más tarde que los 2 adelantados, a quienes encontramos ya bañados y perfumados disfrutando de una cerveza en el bar del hotel. En este día no había avituallamiento intermedio, por lo que nos esperaban unas espectaculares empanadas gallegas y vino del lugar en el hotel.

8va. Etapa

La etapa reina, Villafranca - Barbadelo

Temerosos de afrontar lo que se considera el obstáculo más duro del Camino de Santiago, el famoso Cebreiro, dejamos Villafranca por un valle muy cerrado, a través del cual corre el río Valcarcel, cuyo nombre fue aporte de peregrinos impresionados del hecho de haber dejado atrás interminables llanuras para adentrarse en esta “cárcel” del valle mencionado.

En la charla preparatoria durante la cena del día anterior, Tomás fue muy claro: el Cebreiro es extremadamente duro. Su cima aparece en el km 30 desde Villafranca en los mapas, pero el problema de los casi 1.000 mts. que se deben ganar para alcanzarla, radica en que los primeros 20 km son prácticamente planos. La única novedad en este habitualmente fácil tramo, es que la autopista cercana estaba cerrada, por lo que todo el tráfico venía junto a nosotros. Personalmente no tuve mayor inconveniente pues los españoles son muy respetuosos de las bicis, pero si estuvo algo tenso.

La subida se puede afrontar de varias maneras, todas correspondientes al Camino. Existe la más común que es una pequeña y estrecha carretera pavimentada pero algo más larga, con pendientes fuertes en las que toca empujar la bici. El grupo mayoritario optó por ésta (Nico, Paty, Pedro y Pepe, acompañados de Tomás).

Roberto y yo optamos por lo más difícil, el sendero original del Camino. Lo que nunca nos imaginamos es que a escasos 200 mts del desvío tendríamos que desmontar de la bici, habiendo ya sido ampliamente ortigados por estas plantitas, para empujar los siguientes 2 km, hasta el pequeño caserío de Faba. Ahí nos encontró Rubén, quien dejó estacionada la furgoneta en la cima y bajó en su bici hasta este punto. Roberto venía de varios días con molestias lumbares, que si no eran cuidadas podrían entorpecer su llegada a Santiago, por lo que optó por tomar un desvío hasta la carretera. (el “menú infantil”, según Tomás). Decisión sensata. Rubén y yo continuamos por el sendero, que ya se volvía más cicleable, hasta la cima.

Debe habernos tomado largo, pero como he dicho, uno pierde un poco la noción de tiempo.Llegamos arriba y se sentía como haber coronado el Everest. Pepe ya nos esperaba, habiendo subido por el camino a ritmo infernal, propio de él que pese a sus casi 60 años, tiene físico de 20.

Mientras llegaba el resto preparamos allí el avituallamiento y nos dedicamos a contemplar el espectacular paisaje. Poco a poco, unos sobre la bici, otros caminando, llegaron todos. A los últimos siempre se les recibe con el consabido “si va a pasear la bici, mejor cómprese un perrito”.

El problema del Cebreiro es que no viene solo. Cuando uno cree haberlo conquistado, todavía quedan 2 picos, el de San Roque y el Poyo. Éste último es especialmente duro, pues a uno ya no le quedan reservas. Por lo tanto y pese al doble trabajo, le pedimos a Rubén mover el avituallamiento al Poyo, pues no queríamos afrontar estos esfuerzos con estómago lleno.

Total llegamos todos allí, unos por sendero (creo que solo yo), y otros por “menú infantil”. Comidos y bebidos, descansamos un rato y emprendimos camino, pues nos esperaba un descenso verdaderamente épico.

Si el downhill desde la Cruz de Ferro fue único, este tal vez lo supera. No tanto por técnico, sino más bien por rápido. Se pueden desarrollar velocidades impresionantes. Lo hicimos todos esta vez, pues además provee de las vistas más increíbles. Llegamos a Samos, muy cansados, pero no tanto como para perdernos el tour que empezaba ese rato del famoso monasterio benedictino del lugar. Muy interesante y majestuoso.

Luego una serie de subibajas (que aquí les llaman “rompepiernas”, no sin razón) hasta Sarria. De aquí una interminable y empinada subida de 9 km hasta Barbadelo, mayoritariamente por carretera. Par de km más y llegados al hostal más increíble que puedan imaginarse. Es la hacienda de doña Esperanza, quien atiende y cocina esta viejísima casa, utilizando mayoritariamente sus propios ingredientes cultivados in-situ. Caldo gallego que promovió discusión de cómo meterlo en el Camelback, chuletas de ternera deliciosas y finalmente la famosa cuajada hecha por Susy, hija de doña Esperanza, potaje que ha cobrado fama entre peregrinos. Muy amena y divertida charla y todos a dormir temprano para pasar los dolores que nos dejó el Cebreiro.

miércoles, 17 de junio de 2009

Fotos Tomas 7ma etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa7#

fotos Tomas 6ta etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa6#

Fotos Tomas 5ta etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa5#

Fotos Tomas 4ta etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa4#

Fotos Tomas 2da. etapa

http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa2#

Fotos, Fotos, Fotos!!!!

Nuestro guía principal, Tomás, además de ser un excelente guía, persona agradable y ecuánime, ciclista por excelencia (baja en una Stumpy rígida con V-brakes más rápido que nosotros), es un excelente fotógrafo.  He subido sus fotos, que las pueden encontrar en:

Etapa 1:  
http://picasaweb.google.com/tecnidiesel/FotosTomasEtapa1#

Fotos Fotos Fotos Fotos !!!!


Si no me creen lo del descenso, chequeen:


7ma. Etapa

De las tierras maragatas al Bierzo.

Astorga – Villafranca

Antes que nada cabe describir la cena de anoche, el famoso cocido maragato. Esta es una cena completa, que empieza con una serie de embutidos, deliciosos con pan de la zona, hecho en horno de leña, seguidos de garbanzos y col cocida, presumiblemente en la misma agua de algunos embutidos, y termina con una sopa de fideo. Todo bañado de un muy buen tinto de la zona. Y no crean que estamos en plan de engorde, pero cuando uno hace etapas en las que quema 3000 calorías y hasta más, tiene que reponer combustible.

Salimos de Astorga en una mañana soleada. Visitamos la catedral, muy bonita, con importantes obras de arte como sus vitrales. Luego del sello respectivo en los carnets de peregrino, enfilamos por las flechas amarillas y la luz del camino hacia la mítica “cruz de ferro”. Una de las tradiciones del camino es llevar una piedra que simboliza la dureza de los pecados del peregrino. Al llegar a la cruz de ferro, se debe botar la piedra, deshaciéndose para siempre de los pecados. Como se imaginarán, existe ahora una verdadera montaña de piedras al pie de la cruz, como verán en las fotos. Para llegar allí se acomete una subida ligera desde Astorga, que se va volviendo progresivamente más empinada hasta el Ganso, por unos 10 km. Desde allí y por otros 8 km, se vuelve muy dura hasta Rabanal del Camino, pueblo al que se llega ya a más de 1.200 mts de altura, habiedo ganado unos 600 desde Astorga. De allí el sendero es muy técnico, pedregoso y peligroso. La mitad del grupo optó por el más racional camino pavimentado que corre junto, pero Roberto, Pepe y yo decidimos intentar el pedregal. Durísimo.

De Rabanal seguimos divididos. Los 3 llegamos a la cima, a la cruz de ferro, mientras el resto se veía obligado a empujar las bicis aún por el pavimento, así de empinado era! Rubén nos esperaba con avituallamiento, muy oportuno. Fotos, lanzada de piedras, y para abajo se ha dicho.

Para la bajada existen también 2 opciones. La primera, más rápida corta y segura es por la carretera. Pepe, Nico, Paty y Pedro optaron por ella. Tomás, Roberto y yo tomamos la segunda. Y esto merece párrafo aparte.

Imagínense lo que es bajar 1000 (si, mil, no se me fue un cero) metros de altura por un sendero absolutamente imposible incluso de caminar, lleno de unas piedras puntiagudas que parecen cuchillos, con bases de rocas duras desgastadas, con pendientes de hasta el 25%, y encima con peregrinos de a pie que no hacen la vida fácil para pasar! Nunca en mi vida he hecho algo tan complejo. Roberto y yo caímos, aunque “macho, cada uno se baja de la bici como le de la gana, joé”. Sin consecuencias por suerte.

Debemos haber bajado cerca de una hora, o talvez más. Yo perdí la noción del tiempo y el espacio, solo me concentré en bajar. Finalmente aterrizamos en Molinaseca, en donde nos esperaba Rubén con otro espectacular almuerzo, así como los de la carretera que habían llegado mucho antes.

Por la tarde un sube y baja hasta Ponferrada con su castillo templario, muy bonito. Otro sube y baja, más sube que baja hasta Villafranca, visita y sello a la Puerta del Perdón, otra tradición jacobea milenaria y al hotel.

Ahora nos vamos de paseo al pueblo.

Más tarde subo unas fotos.


martes, 16 de junio de 2009

En Astorga


Almuerzo en Virgen del Camino

En León




Fotos 6ta. Etapa



6ta Etapa


En Sahagun comenzó la etapa más larga del Camino, de 106 km de distancia.

Comenzamos en las planicies agrícolas de la Provincia de León, y en un abrir y cerrar de ojos hacíamos una velocidad media de 20 km/h. La primera parada se hizo en Mansilla de las Mulas en el km 38 +/-, pueblito al que me hice la promesa de regresar en Martes y probar las delicias que se vendían en el mercado, las que por esta vez eran imposible de transportar en el Camelback. De todas formas compramos fruta, deliciosa para consumo inmediato, y seguimos "llaneando" unos 7 km, punto en el cual el camino toma 2 alternativas hasta la ciudad de León, distante otros 8 km. La una sigue la carretera Nacional y la otra sube a una montaña desde donde hay una bajada alucinante por senderos de tierra, algo peligrosos. El grupo decidió por la primera opción con Tomás, yo opté por la segunda y fijamos el encuentro en la catedral de León. Es poco lo que puede describirse aquí, pero realmente los descensos fueron espectaculares, al punto que el último me volví a subir para repetir. (foto)

Un poco asustado enfrenté la entrada a León, una ciudad grande y en la que es fácil perderse. Pero siguiendo las flechitas amarillas, pintadas en los lugares más insospechados, ingresé a la ciudad sin mayores inconvenientes y coincidencialmente en una calle encontré al grupo. La catedral es una obra maestra por los vitrales que tiene, que le dejan a uno una sensación artística inmejorable.

Paty se nos separó aquí para visitar mejor la ciudad, pues el tramo que venía era plano y por carretera, situación que a ella le aterra, a pesar del respeto que hay acá por los ciclistas, algo que no he visto en ninguna parte del mundo.

Almorzamos a unos 7 km de León, en Virgen del Camino. Aquí se nos unió Nicomedes, miembro del club Mammoth, que hará el resto del camino con nosotros.

Luego de un suculento almuerzo de pollo y carbos, seguimos camino en trencito de ruta. Frente a los constantes "ataques" de Pepe, la media fue de 26 km/h.

Parada en Hospital de Orbigo para ver su monumental y famoso puente, una verdadera belleza. Luego otro tramo de carretera, con algo de sendero y entrada a Astorga, otro precioso pueblo Maragato, con todo y palacio arzobispal de Gaudí, catedral espectacular y plaza igual, que conocimos en una vuelta en bici, como si 106 km no hubieran sido suficientes!

Almuerzo 5ta. Etapa

La Calzada Romana

Fotos 5ta. Etapa


Fotos 5ta. Etapa





5ta. Etapa

Castrojeriz - Sahagun

Salimos de Cstrojeriz en una mañana gris que prometía lluvia.  Pero como ha sucedido siempre que Roberto se ha puesto la chompa (chubasquero), ha dejado de llover enseguida.

Partimos por un par de kilómetros llanos, los suficientes para calentar músculos y afrontar la mortal cuesta del alto de Mostelares, un par de kilómetros al 18% como para matar a cualquiera.   La mitad del grupo prefirió caminarlos, haciéndose acreedores a la frase "Si va a pasear la bici, mejor cómprese un perrito!"  Se corona en un llano bastante fácil seguido de una rapidísima bajada.  Otro sistema de llanos siguiendo el Canal de Asturias y sus exclusas, obra monumental de los siglos 18 y 19.

Otros llanos largos con un par de montañitas para no enfriarse, hasta Frómista, un precioso pueblo con edificaciones del siglo XIII que por supuesto paramos a ver.

Luego llanos hasta Carrión de las Condes, en donde estaba planificado el almuerzo.  Este plan se cambió, pues enseguida de esto vienen unos 7 km sobre la antigua calzada romana (todavía perfecta y en pleno uso).  El problema es que el término pavimento para los romanos era aparentemente el empotrar piedras puntiagudas en tierra arcillosa, haciendo un camino que en bici es súper duro.  Para colmo el sol aparecía de rato en rato y todos los peregrinos del camino decidieron salir a ese tramo al tiempo.  Estuvo tenaz, pero con estómago lleno habría tenido consecuencias que lamentar.

El final fue un tramo relativamente corto, de unos 26 km planos (ahora eso nos parece corto!!!) que hicimos a ritmo endiablado, dados los constantes ataques de Pepe al pelotón.

Llegada en Sahagún.

4ta. Etapa

Revisar entradas del comienzo del blog

Fotos 3ra. Etapa





3ra. Etapa

Logroño – Belorado

Nada nos había preparado para el calor de este día.  Ya desde las afueras de Logroño el sol calcinaba, y la situación no se mejoraría en todo el día.

Sin embargo el pedalear por las viñas y los campos fue espectacular. Los desniveles eran menos extremos, pero igualmente duros.  En una de estas subidas se llegaba a una pequeña urbanización nueva, junto a un club de golf.  Unos 500 m más adelante había un parque con una fuente de agua, en donde paramos a esperar a los rezagados.  Paty subía con Pedro, y como no llegaban, decidí regresar a buscarles.  Hice TODA la bajada de nuevo y NO les encontré! Me tocó subir otra vez para encontrar que habían parado en el club de golf a comprar una gaseosa, justo en el momento que pasaba yo.  En fin, gajes del oficio.

Almorzamos en Santo Domingo de la Calzada.  Luego de eso un sprint final de unos 30 km en subidas larguísimas y planos por una carretera secundaria en donde el camino y ésta coinciden.  Llegamos a Belorado con el termómetro a 40 grados.

El punto triste de esta etapa fue la fuerte caída que sufrió Ana en una de las bajadas pedregosas.  Ventajosamente no hubo fracturas ni cosas por estilo, pero si magulladuras y moretones por todo lado.  De todas formas ella, con la tenacidad que demostró día a día, siguió el Camino.

Fotos 2da. etapa


Fotos 2da. etapa

Fotos 2da. etapa



Actualización 2da. etapa

Pte. La Reina - Logroño

Hemos pasado tantas cosas que ya la memoria no me es tan al detalle.  Salimos tarde de Pte. La Reina, entre otras cosas porque en el mismo pueblo había cosas que ver, especialmente la catedral y el puente que le da el nombre, punto de unión de las 2 principales rutas que tiene el Camino, el Aragonés y el Francés, que es el que seguimos nosotros.

El día fue todavía peor que el primero en cuanto a dureza y técnica, con cuestas sin descanso y bajadas alucinantes y peligrosas.

A los 25 km llegamos a Irache, un antiguo monasterio con bodega de vinos, que tiene la característica de tener una llave de agua y una de vino en su parte exterior, todo para uso de los peregrinos!  Paty y Ana llegaron hasta allí, pues las cuestas anteriores sumadas al primer día habían costado caras.

Los pueblitos navarros seguían tan espectaculares como el primer día.  Especialmente nos gustó Los Arcos.  Las iglesias igualmente espectaculares.  el único problema era la temperatura y el sol calcinante.

El almuerzo preparado por Rubén fue esta vez un excelente pollo al horno con ensalada, al borde de un río.  Luego de una siesta (como si estuviéramos en España), seguimos hacia Logroño.  En el camino encontramos a doña Felisa, una institución en el camino de Santiago por los higos que ofrece, sellamos también allí nuestros carnets y seguimos hacia la ciudad, entrando ya en la provincia de La Rioja, zona de vinos.

Llegamos a la ciudad de Logroño en medio de las fiestas de la ciudad.  La cena la tuvimos en un restaurant de la famosa calle Laurel, conocida por sus bares de tapas.

domingo, 14 de junio de 2009

Actualización 1ra. etapa


Salimos desde La Posada de Roncesvalles, un hotelito rústico muy agradable.  Las noche anterior tuvimos chance de conocernos más en la cena.  

La etapa fue durísima y ya desde los primeros kilómetros nos asaltó a Paty y a mi la duda de qué hacíamos allí, pues contrariamente a lo que habíamos pensado que sería el Camino, éste resultó no ser más que un senderito para una persona en muchas partes, con subidas monstruosas y bajadas ultra-técnicas de alto nivel.  Ya hubo los primeros caídos, entre ellos Paty, pero suave.
Llegamos a Pamplona y cicleamos directo a su casco histórico, en cuya catedral obtuvimos el respectivo sellos en nuestro libretín de peregrinos.

Luego, una subida que se veía fácil y resultó ser épica, incluso por su nombre: el alto del perdón.  Créanme que pedimos perdón!

Finalmente una bajada mortal y peligrosísima hasta Pte. La Reina.  La mitad del grupo tomó la alternativa de camino pavimentado en este último trecho.

Lo más destacable del paisaje en esta etapa fueron los pueblitos navarros, verdaderas joyas todo y cada uno.

Actualizacion

Como apenas ayer logramos echar a andar este blog, aquí va una actualización para los que recién se enchufan:
El viaje se inició el día Miércoles 10 de Junio, día en que nos encontramos en las oficinas de Mammoth a las 10 AM.  Con bicis cargadas sobre el techo y el equipaje atrás, partimos en la furgoneta hacia Roncesvalles, un viaje de unas 4 horas.  El grupo:
Jaime y Paty
Pepe: ciclista  de 60 años, entrena largas distancias todos los días.  El año pasado, a medio Camino, sufrió una caída tan fuerte que le evacuaron en helicóptero y requirió 47 puntos en la cabeza
Ana:  madre de 3 adolescentes, corredora de media maratón
Pedro:  ciclista de 54 años, entrena para su primer triathlon
Roberto: ciclista de nivel alto, miembro del club de ciclismo de Mammoth, padre de 2 hijos pequeños 
Tomás:  guía de Mamoth, ha hecho 15 Caminos, incluso uno la semana anterior con un grupo de venezolanos
Rubén:  encargado de la logística, es quien maneja la furgoneta entre partida y llegada, carga nuestros equipajes, arregla las bicis, y un largo etc.

En Roncesvalles en la oficina del peregrino nos registramos y obtuvimos el carnet que nos acredita como tales.  Luego fuimos a la misa del peregrino en donde se nos impartió una bendición especial.

Atapuerca


Otra de las subidas salvajes fue el Alto de Atapuerca.  Fíjense solo en los últimos 50 mts. y piensen que ya veníamos 2 km de cuesta!

La Pedraja


Esta es una subida de 7 km, muy dur, especialmente porque no habían muchos respiros.  Talvez el único es en donde tomé esta foto. Están desde la izquierda:  Pepe, Ana, Paty, Tomás, Pedro y Roberto.

El grupo reducido


Menos Paty y Ana, descansando

Las mujeres del grupo


Ana y Paty

estamos en Castrojeriz


Hoy día lamentamos la partida de Ana, nuestra maratonista, quien nos dio una lección de tenacidad y ñeque